Antes de comenzar con esta entrada, es
importante mencionar que mis recetas y reflexiones provienen entre otras
cosas de la lectura de libros, como "El zen macrobiótico", "La encima
prodigiosa" o "La nueva cocina energética"... en los que explican como a
través de la alimentación puede mejorar nuestra salud.
En
todos ellos usan términos concretos como macrobiótica, cocina energética... pero no voy a encasillarme en ninguno de estos
términos. En esencia todas tratan de lo mismo, de comer bien.
"Somos lo que comemos".
Lo primero que hay que tener en cuenta, es no intentar cambiar brúscamente los hábitos alimenticios. Porque seguramente, nos agobiaríamos y acabaríamos por abandonarlo rápidamente.
Intentar ir reduciendo poco a poco estos alimentos:
- consumo de carne roja y huevos
- lácteos
- productos precocinados, enlatados, etc...
- bebidas azucaradas con gas
Sustituir algunos ingredientes por otros:
- sal blanca por sal ecológica
- azúcar blanca por edulcorantes naturales como la melaza de arroz, dátiles, panela ...
- cereales refinados por cereales integrales
E incrementar el consumo de:
- verduras
- fruta
- pescado
- bebidas naturales
- frutos secos y semillas
En líneas generales, pasar de consumir alimentos refinados y precocinados a unos alimentos naturales, frescos y sin refinar.